Crisis habitacional en la Ciudad de Buenos Aires: el desafío de ser inquilino en Argentina

Crisis habitacional en la Ciudad de Buenos Aires: el desafío de ser inquilino en Argentina

Con la inflación descontrolada y la falta de regulación en los alquileres, ser inquilino/a en Argentina se ha vuelto muy difícil. Sin embargo, en la Ciudad de Buenos Aires, se convierte en un verdadero drama. Además de los problemas económicos y la ausencia de regulación estatal, se suma el fenómeno de Airbnb, que ha crecido considerablemente en todo el país, pero especialmente en la Capital Federal. Actualmente, hay 15.000 propiedades que podrían destinarse al alquiler tradicional, pero están siendo desviadas al mercado de alquileres temporarios. En 2019, esta cifra era poco más de la mitad.

Estos son datos destacados del informe titulado "Alquileres temporarios en Argentina (Crecimiento acelerado de Airbnb en el contexto de la crisis habitacional)", elaborado por el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM). El informe revela que existen casi 30.000 ofertas activas de alquileres temporarios en 22 ciudades argentinas, y el 89% de ellas corresponden a viviendas que se alquilan en su totalidad. En todas las ciudades donde se han implementado plataformas de alquileres temporarios, el problema del acceso a la vivienda para los residentes locales se ha agravado.

En la Ciudad de Buenos Aires, más de 15.000 propiedades, que podrían destinarse al alquiler a largo plazo, han sido desplazadas hacia el mercado de alquileres temporarios. Esto representa la mitad de todas las viviendas en alquiler temporario en Argentina. En 2019, esta cifra era de 9.338 unidades, lo que significa un crecimiento del 62% en tan solo cuatro años, a pesar de la pandemia.

A pesar de esto, las medidas anunciadas por el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, no incluyen regulaciones específicas para abordar el "fenómeno Airbnb".

El oficialismo de Juntos por el Cambio en la Ciudad de Buenos Aires argumenta que el problema radica en la falta de oferta, atribuyendo esto a la actual Ley de Alquileres, que se busca modificar a nivel nacional. Sin embargo, la disminución en la oferta en CABA se evidencia desde antes de la implementación de esta ley, entre 2018 y 2019, coincidiendo con la escalada de la crisis socioeconómica y otros factores como el crecimiento de Airbnb.

En áreas como Mataderos, por ejemplo, solo hay 11 departamentos disponibles para alquiler, y se estima que en Saavedra son 23, la mayoría de ellos en formato temporal o turístico y en dólares.

Impacto de los alquileres temporarios en la Ciudad de Buenos Aires: ganancias millonarias y desafíos para el acceso a la vivienda.

Los alquileres temporarios representan una importante fuente de ingresos en dólares. Según el informe del CEM, en noviembre de 2022 se generaron ganancias totales de 13 millones de dólares en la Ciudad de Buenos Aires.

Guadalupe Granero, coordinadora del área urbana del CEM y una de las autoras del informe, sostiene que en medio del creciente déficit habitacional en Argentina, es necesario controlar las dinámicas que contribuyen a empeorarlo, como el aumento de los alquileres temporarios. Destaca la urgencia de coordinar acciones entre los distintos niveles de gobierno para recopilar información precisa e implementar medidas reguladoras que salvaguarden el derecho a la vivienda.

La mayoría de las propiedades ofrecidas en alquiler temporario son de tamaño reducido. El 95% de los alquileres temporarios en la Ciudad de Buenos Aires corresponden a unidades de 1 y 2 ambientes. Además, se observa un aumento en los anfitriones corporativos: cerca del 2% de las viviendas en alquiler temporario en CABA son administradas por identidades digitales que poseen más de 10 anuncios. Dentro de este grupo, hay 24 anfitriones que ofrecen entre 50 y 99 propiedades, y 4 anfitriones que gestionan más de 100 anuncios cada uno. Esto indica que el 45% de las viviendas analizadas están en manos de multi-anfitriones, identidades digitales que gestionan más de tres ofertas.

El aumento de los anfitriones corporativos y multi-anfitriones también revela una concentración en el mercado de alquileres temporarios, lo que dificulta la competencia y reduce aún más la disponibilidad de viviendas para aquellos que buscan alquileres a largo plazo.